Hace unas semanas, en una videollamada de rutina para pensar juntas qué decisiones tomaríamos para hacer frente a esta cuarentena, nuestra charla tomó un rumbo más personal sobre cómo nos estábamos sintiendo cada una desde su lugar y desde sus circunstancias.
Nos dimos cuenta que varias de las palabras que empleábamos para describir nuestro sentir estaban tomando nuevos rumbos y nuevos significados. Entonces se nos ocurrió este ejercicio: enlistar todas las palabras que nos atraviesan estos días y cada cierto tiempo elegir una al azar para hacer algo (aún-no-sabemos-muy-bien-qué) que nos inspire su significado, su no-significado, su presencia (o su ausencia), su sonido…
La primer palabra seleccionada fue: DESCANSO.
Así que queremos compartir con ustedes el resultado de este ejercicio en donde, cada una reinterpreta lo que el `descanso’ le significa estos días.
Y abrimos la invitación para quien quiera enviarnos su propio “algo” (nosotras pensamos en poemas, reflexiones, fotografías, dibujos, videos, audios, bailes... lo que se les ocurra; cualquier “algo” es más que bienvenido).
(PD: Ya las extraño mucho.)
Daniela:
En estos días para mí, descansar es tener un momento a solas conmigo misma. Abrazarme física y mentalmente, agudizar cada uno de mis sentidos y soltar cualquier tipo de pensamiento. Por eso las invito a darse unos minutos para ustedes; prepararse una bebida que les guste, puede ser café, té, vino, mezcal... escoger un espacio de la casa en donde se sientan cómodas, seguras y tranquilas. Cerrar los ojos y respirar profundamente, a su vez sentir cómo entra el aire en sus pulmones, imaginar cómo se hacen grandes y pequeños, cómo está su corazón a un lado latiendo y bombeando sangre por todo su cuerpo, sentir que a pesar de estar quieta por fuera por dentro siempre hay movimiento. Respira, y si te dan ganas de llorar, llora. Respira, y sonríe porque te estás sintiendo. Quédate así, el tiempo que necesites, agradece a tu cuerpo y abrázate.
Ariadna:
El descanso es ese momento ni largo ni corto pero suficiente, en que disfrutas de tu actividad favorita, en este caso un libro. Y aunque no se pueda hacer con tanta frecuencia, en ocasiones, por los deberes del día a día, el trabajo, etc. Cuando decides que debes darte ese tiempo para tu disfrute logras una experiencia única, una experiencia que ansiabas durante todo el día e incluso días, ese momento en que sólo existes tú y tus pensamientos. Ese instante de creatividad, de amor, de consentirte y por supuesto, de escucharte. Es muy probable que con esta vida tan ajetreada nos olvidemos un poco de nosotras, pero por eso es importante dedicarnos instantes a nosotras mismas. Leer tu novela favorita puede ser ese momento que tanto estabas esperando, en donde el libro te lleva a desaparecer del aquí y ahora para transportarte al siglo XIX con Catherine y Heathcliff en Cumbres Borrascosas, o a 1929 con Virginia Woolf y su habitación propia o quizá a 1984 con tu “gran hermano” … en fin. Tantos lugares a los que podemos viajar, épocas en las que podemos “vivir”, personas a las que podemos conocer e infinidad de relatos que nos harán sentir en un verdadero descanso.
Claudia:
En esta casa no hay descanso.
De cuando pasaba mis días soñando con las playas de Alicante,
las plantas de mis pies se enraizaron aún más.
Descalza, desnuda, aparecida; como un fantasma. Una pequeña neblina.
En esta casa no se permite descansar; las células se mueven y se reproducen sin control aparente, se mueven tan rápido que la piel de mis pómulos se escama.
¿De cuándo acá una célula cree que puede convertirse en montaña?
-“Es el estrés”, me dice una doctora.
-“Es el estrés” asegura la célula madre.
Ojalá los pajaritos que viven en los árboles de la avenida sigan con su rutina. Con ventanas por si acaso, quieren escapar.
Mientras, las hojas de esta casa se riegan igual, con jamaica y anís estrella.
Con largas y pausadas respiraciones, como para ver si se puede invocar al mar.
Con movimientos suaves, circulares; como para cuidar que no se disloque la caja torácica.
Da igual, porque de todas formas, en esta casa que es mi cuerpo no se descansa nunca.
Collage: @audreygatewood
Andrea:
Despacio,
en un lugar que nunca alcanzo
cuando miro, vacío está el vaso
¿qué necesito?
¿cuándo tomo un descanso?
tener los pies estirados
mirando hacia el espacio
despacio… imagino el pasto
acariciándome las manos
no hay prisa, porque no hay pasos
No hay pasos, porque
cuando descanso, sólo yo basto
no avanzo, a la calma me lanzo
despacio, en su cálido regazo
cuando se acerca el verano
tan extraño imaginarlo cuando
parece que no avanza el año
Con el tiempo pausado
ay que lento….
que despacio descanso
Esto fue lo que surgió de cada una nosotras, ¿para ustedes qué es el descanso en estos días?
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